Estas 3 reconocidas empresas han pasado en distintos momentos por el mismo dilema.
Los fundadores que levantaron las empresas, generaron el IPO, fueron (en el caso de Apple con Steve Jobs) y son (Facebook y Tesla) cuestionados como CEOs e invitados a dejar su posición, de acuerdo a la mayoría de los accionistas pertenecientes a estas empresas.
Las razones son varias, en el caso de Mark Zuckerberg, el tardío accionar para liderar el caso de “Cambridge Analítica y la privacidad de los datos de sus usuarios”.
En el caso de Elon Musk, parecería que hay conflictos de interés entre su posición de CEO de Tesla, con sus otros emprendimientos como “Solar City” y “SpaceX”, podrían entrar en conflicto, generando desconfiaza en la industria.
Fundadores visionarios, creativos e inspiradores, se encuentran 10 años más adelante en organizaciones mucho más grandes, en el que su forma de liderar la organización, ya no alcanza, al tener que gestionar también intereses de otros accionistas; los mismos accionistas que hicieron valorizar estas compañías, son los mismos que exigen mayor prudencia a la hora de tomar decisiones con las compañías, en un mundo más especulativo y dinámico.
Desde un punto de vista de empresarial, las empresas pasan por distintas etapas del ciclo de vida organizacional, si bien en las primeras etapas del ciclo se requiere un fuerte liderazgo y preocupación por el crecimiento, en etapas más maduras, se requieren otras habilidades para crear reglas, formalizando la estructura. Estos fundadores / creadores que tienen en su ADN romper reglas, a la hora de tener que diseñarlas, estandarizarlas y definir políticas, parecería que su rol no es el más adecuado.