En cualquier ámbito en la vida, antes de partir, hay que definir un destino claro.
La brújula como instrumento de medición siempre nos señaló el norte, pero con los años, surgió el GPS como herramienta más precisa para indicar de dónde partir y hacia dónde ir.
En el mundo de los negocios y en particular en digital, indicar de dónde salimos y hacia dónde vamos parece ser crítico. Las métricas y las herramientas están a la orden de la gestión, pero previamente se deberá definir dónde estoy hoy y hacia dónde quiero ir.
Así surgen los ya bien conocidos “OBJETIVOS” SMART, específicos, medibles, orientados a la acción, reales y con un horizonte de tiempo determinados. Los objetivos sirven para dejar claramente especificado qué es lo que persigo, o a dónde quiero llegar.
Ahí se desprenden las diferentes estrategias sobre cómo llegar alcanzar ese objetivo. Si hay caminos ya trazados para alcanzar ese objetivo, parece claro analizar cuál es el más rápido, o el que puede involucrar menos recursos. Si no hay camino previo, habrá que trazarlo y ahí otro instrumento como la brújula nos podrá orientar sobre cómo caminar con un norte claro.
En digital pasa lo mismo, existen todo tipo de herramientas: censales, paneles, analítica, pero antes de utilizarlas, antes de partir, habrá que definir sus objetivos.
A veces no se da en el blanco, a veces no se llega a cumplir con los objetivos, y en el mejor de los casos se pueden superar. Pero sin una clara definición de objetivos, no sirve de nada contar con una brújula, ni con un GPS, y nuestra pobre gestión terminará en un “Recalculando”, o consumiendo combustible sin una razón de ser.
En Keiretsu lo ayudamos a definir claramente sus objetivos digitales y empresariales, alineándolos con su modelo de negocio, para que” antes de partir”, sepa claramente a dónde llegará con su negocio, acompañándolo en ese camino.